Pane et al., An observational study of functional abilities in infants, children, and adults with type 1 SMA, Neurology (2018)
Los objetivos del presente estudio fueron los de proporcionar una visión transversal antes del inicio del tratamiento con nusinersen en pacientes con AME tipo 1, con un amplio intervalo de edades y evaluar cómo la supervivencia, las características clínicas y las habilidades funcionales se vieron influenciadas por el inicio y la gravedad de la enfermedad o las diferentes modalidades de intervención. Estos datos proporcionan información básica importante para establecer la posible eficacia de nusinersen en un entorno de la vida real, en una población más amplia que incluirá pacientes que no cumplan con los criterios de inclusión utilizados en los ensayos clínicos.
En el presente estudio, también se comparan dos modalidades de clasificación de los fenotipos de la AME tipo 1, el sistema decimal de Dubowitz con la nueva clasificación en AME tipo Ia, Ib, y Ic.
Se incluyeron 122 pacientes, entre los 3 meses y los 22 años (media 73 meses). Más del 70% (85/122) tenían más de 2 años y el 25% (31/122) tenían más de 10 años. Los pacientes se clasificaron según la gravedad del fenotipo y el número de copias de SMN2. Tres de los 122 tenían 1 copia de SMN2, 75 tenían 2 copias, 25 tenían 3 y 2 tenían 4 copias. En 17 de los pacientes el número de copias de SMN2 no se determinó. Los pacientes fueron seguidos en 5 centros italianos.
Mientras que en sistema decimal de Dubowitz,
– Doce pacientes fueron clasificados como AME tipo 1.1,
– 73 como AME 1.5 y
– 37 como AME 1.9.,
en la Nueva Clasificación AME:
– Quince fueron clasificados como tipo 1A,
– 73 como 1B y
– 34 como 1C.
La correlación entre los 2 sistemas de clasificación mostró una concordancia entre los 2 sistemas del 91,8%. La concordancia fue mayor en los subgrupos 1.5 / 1B y 1.9 / 1C (93% y 97%, respectivamente), mientras que hubo mayor discordancia en el extremo severo del espectro 1.1 con el 1A. Esta discordancia entre los tipo 1.1 y 1A se presentó con algunos pacientes, que si bien tenían un inicio muy temprano de los síntomas (1A), tenían algunos movimientos distales y una función respiratoria menos comprometida como se observó en el fenotipo tipo 1.5 según la clasificación de Dubowitz. Estos hallazgos sugieren a los autores, que se debe tener precaución en clasificar a los pacientes graves solo en función del inicio y que una evaluación clínica de la gravedad de los signos motores y respiratorios proporciona información pronóstica adicional.
Treinta y cuatro pacientes (28%) adquirieron un habla comprensible, es decir, fueron capaces de producir al menos oraciones cortas que podían ser entendidas por el examinador y no solo por los cuidadores. El 81% de los pacientes del tipo 1.9 y el 1.9% de los pacientes del tipo 1.5 lograron hablar de forma comprensible.
Los autores observaron que, después de los 2 años, los pacientes con los fenotipos más severo de atrofia muscular espinal tipo 1 generalmente solo sobreviven si tienen gastrostomía y traqueotomía o ventilación no invasiva> 16 horas. Sin embargo, se puede esperar una mayor variabilidad en aquellos con el fenotipo más leve, que alcanzan el control de la cabeza. En esta cohorte, 25 de los 28 pacientes con el fenotipo más leve de más de 2 años no tenían necesidad de traqueostomía u otro soporte ventilatorio o nutricional. Todos los pacientes que sobrevivieron después de la edad de 10 años sin una traqueostomía o> 16 horas de ventilación tuvieron un inicio relativamente más tardío, lograron el control cefálico y tuvieron un curso de enfermedad global más leve desde el inicio.
Al igual que en otras publicaciones, los autores encontraron que el CHOP INTEND puede identificar distintos niveles de habilidades funcionales en los 3 subgrupos. También se observó una tendencia similar en el HINE ya que los pacientes con los fenotipos más leves fueron los únicos que obtuvieron puntuaciones > 2. Sin embargo, a diferencia del CHOP INTEND, el HINE no diferenció entre los tipo 1.1 y 1.5, ya que la gran mayoría tuvo una puntuación de 0.
Aunque los pacientes con 3 copias tuvieron, como grupo, mejores hallazgos que aquellos con 2 copias, esto no siempre se mantuvo para los casos individuales. En esta cohorte, 2 pacientes tenían 4 copias y no mostraron un fenotipo más leve. Esta información puede ser útil en el momento en que existe la sugerencia de usar algoritmos de cribado de recién nacidos centrados en el número de copias de SMN2 para identificar a los pacientes con AME seleccionables para el tratamiento.
Actualmente se siguen realizando esfuerzos para describir la historia natural de la AME, imprescindibles para poder establecer los beneficios de futuros tratamientos. En colaboración con varios centros hospitalarios FundAME promueve un proyecto de historia natural, para todos los tipos de AME. En los próximos días se iniciará el reclutamiento en los primeros dos centros.
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Los objetivos del presente estudio fueron los de proporcionar una visión transversal antes del inicio del tratamiento con nusinersen en pacientes con AME tipo 1, con un amplio intervalo de edades y evaluar cómo la supervivencia, las características clínicas y las habilidades funcionales se vieron influenciadas por el inicio y la gravedad de la enfermedad o las diferentes modalidades de intervención. Estos datos proporcionan información básica importante para establecer la posible eficacia de nusinersen en un entorno de la vida real, en una población más amplia que incluirá pacientes que no cumplan con los criterios de inclusión utilizados en los ensayos clínicos.
En el presente estudio, también se comparan dos modalidades de clasificación de los fenotipos de la AME tipo 1, el sistema decimal de Dubowitz con la nueva clasificación en AME tipo Ia, Ib, y Ic.
Se incluyeron 122 pacientes, entre los 3 meses y los 22 años (media 73 meses). Más del 70% (85/122) tenían más de 2 años y el 25% (31/122) tenían más de 10 años. Los pacientes se clasificaron según la gravedad del fenotipo y el número de copias de SMN2. Tres de los 122 tenían 1 copia de SMN2, 75 tenían 2 copias, 25 tenían 3 y 2 tenían 4 copias. En 17 de los pacientes el número de copias de SMN2 no se determinó. Los pacientes fueron seguidos en 5 centros italianos.
Mientras que en sistema decimal de Dubowitz,
– Doce pacientes fueron clasificados como AME tipo 1.1,
– 73 como AME 1.5 y
– 37 como AME 1.9.,
en la Nueva Clasificación AME:
– Quince fueron clasificados como tipo 1A,
– 73 como 1B y
– 34 como 1C.
La correlación entre los 2 sistemas de clasificación mostró una concordancia entre los 2 sistemas del 91,8%. La concordancia fue mayor en los subgrupos 1.5 / 1B y 1.9 / 1C (93% y 97%, respectivamente), mientras que hubo mayor discordancia en el extremo severo del espectro 1.1 con el 1A. Esta discordancia entre los tipo 1.1 y 1A se presentó con algunos pacientes, que si bien tenían un inicio muy temprano de los síntomas (1A), tenían algunos movimientos distales y una función respiratoria menos comprometida como se observó en el fenotipo tipo 1.5 según la clasificación de Dubowitz. Estos hallazgos sugieren a los autores, que se debe tener precaución en clasificar a los pacientes graves solo en función del inicio y que una evaluación clínica de la gravedad de los signos motores y respiratorios proporciona información pronóstica adicional.
Treinta y cuatro pacientes (28%) adquirieron un habla comprensible, es decir, fueron capaces de producir al menos oraciones cortas que podían ser entendidas por el examinador y no solo por los cuidadores. El 81% de los pacientes del tipo 1.9 y el 1.9% de los pacientes del tipo 1.5 lograron hablar de forma comprensible.
Los autores observaron que, después de los 2 años, los pacientes con los fenotipos más severo de atrofia muscular espinal tipo 1 generalmente solo sobreviven si tienen gastrostomía y traqueotomía o ventilación no invasiva> 16 horas. Sin embargo, se puede esperar una mayor variabilidad en aquellos con el fenotipo más leve, que alcanzan el control de la cabeza. En esta cohorte, 25 de los 28 pacientes con el fenotipo más leve de más de 2 años no tenían necesidad de traqueostomía u otro soporte ventilatorio o nutricional. Todos los pacientes que sobrevivieron después de la edad de 10 años sin una traqueostomía o> 16 horas de ventilación tuvieron un inicio relativamente más tardío, lograron el control cefálico y tuvieron un curso de enfermedad global más leve desde el inicio.
Al igual que en otras publicaciones, los autores encontraron que el CHOP INTEND puede identificar distintos niveles de habilidades funcionales en los 3 subgrupos. También se observó una tendencia similar en el HINE ya que los pacientes con los fenotipos más leves fueron los únicos que obtuvieron puntuaciones > 2. Sin embargo, a diferencia del CHOP INTEND, el HINE no diferenció entre los tipo 1.1 y 1.5, ya que la gran mayoría tuvo una puntuación de 0.
Aunque los pacientes con 3 copias tuvieron, como grupo, mejores hallazgos que aquellos con 2 copias, esto no siempre se mantuvo para los casos individuales. En esta cohorte, 2 pacientes tenían 4 copias y no mostraron un fenotipo más leve. Esta información puede ser útil en el momento en que existe la sugerencia de usar algoritmos de cribado de recién nacidos centrados en el número de copias de SMN2 para identificar a los pacientes con AME seleccionables para el tratamiento.
Actualmente se siguen realizando esfuerzos para describir la historia natural de la AME, imprescindibles para poder establecer los beneficios de futuros tratamientos. En colaboración con varios centros hospitalarios FundAME promueve un proyecto de historia natural, para todos los tipos de AME. En los próximos días se iniciará el reclutamiento en los primeros dos centros.
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